REVOLTING DOORS


 

 

BENEFICIO  DE PROFESIONALES CON EL TURISMO

 (REVOLTING DOORS)

 

 Jorge Amonzabel LP 2012

 

Un término utilizado para describir que altos funcionarios públicos, grandes ejecutivos y autoridades de los organismos internacionales, luego de su paso por instituciones públicas, organizaciones multilaterales, internacionales y nacionales especializadas, con tenencia de alta información y estado privativo de la decisión, vuelven a sus anteriores compañías, empresas privadas y algunas organizaciones no gubernamentales a trabajar en un contexto similar pero con fines lucrativos.

 

Algunos otros, son contratados por corporaciones multinacionales, donde ganan mejores salarios por la información que acumularon en su estancia pública o internacional; y manejaron herramientas e información sistematizada, durante el desempeño de sus funciones; especialmente en los organismos internacionales, que podría ser utilizada en bien de unos y perjuicio de otros. En turismo, sucede lo mismo, autoridades de los países y organizaciones especializadas que se hacen cargo de posiciones claves, vuelven a la empresa privada y siguen desarrollando su profesión, sólo que con un valor agregado que beneficiará a la empresa. Sobre todo en el supuesto que tiene información clave para el destino o atractivo turístico explotado, y por ejemplo: La apertura de carreteras, renovación de instalaciones, nueva infraestructura, zonas de reserva, impacto ambiental de proyectos, etc. o, asimiló y se informó de detalles discretos, datos procesados y proyectados de flujos de turistas, beneficios futuros en el turismo, herramientas o planes estratégicos de países; en síntesis, información clasificada y privilegiada. Hay un tesoro en cada cerebro de los ex funcionarios, que puede ser utilizado para el bien del turismo o para beneficiar a terceros o así mismos.

 

Es evidente que hay un principio deontológico en las organizaciones y, es obligación del personal transitorio y estable de las instituciones contar con una ética funcionaria y, en el marco honesto, cumplir con el desempeño de sus funciones y desarrollar cada instancia de decisión. Por ello, los organismos internacionales, como organizaciones públicas tienen Estatutos de ética o Reglamentación que norman la conducta del personal que ingresa y sale. La normativa existe y los administradores la hacen cumplir. Lo que no está normado son los sentimientos y planes de los funcionarios una vez terminada su relación laboral, concluido su contrato o despedidos abruptamente. Podemos considerar que todo funcionario fuera de la organización tiene la conducta que quiere y lleva consigo un tesoro acumulado de conocimiento y experiencia. El uso es decisión de él y, para el turismo; se  espera que continúe con el “entusiasmo” de ayudar.

 

Revolting doors, son brazas ardiendo para una gestión del turismo que respete el medioambiente. Sobre todo en una alta rotación de funcionarios y profesionales ocasionales en materia de turismo. Muchas decisiones requieren compromisos profundos. Hay políticas que no benefician el cuidado ambiental y, en muchos casos, hay ejemplos en países donde la autoridad de gobierno ha aprobado mega proyectos, sin suficientes estudios; en lugares donde la naturaleza y los habitantes han sido diezmados. Similar situación se presenta cuando iniciativas como aperturas de mercados y destinos turísticos afectan los atractivos e inciden en las políticas de los gobiernos, sobre controles y parámetros de conservación.

 

Debemos identificar quiénes son los responsables y por qué, cuando se niegan las inversiones a nuevas iniciativas turísticas o a infraestructura para parques temáticos, cadenas hoteleras, centros vacacionales  ó se otorgan y amplían derechos, con escasa información; a inversionistas en territorio susceptible de ser depredado. Debemos establecer un correcto enfoque para medir el impacto ambiental en el desarrollo del turismo de nuestros países y las recomendaciones que se imparten desde los escritorios de los organismos especializados. Según la complejidad de nuestras normas, debemos buscar facilitar la evaluación de los proyectos y los permisos de ejecución.

 

Debemos garantizar las acciones de los funcionarios internacionales y representantes de los países para que actúen lealmente a las necesidades del planeta. Establecer que su prioridad es la protección del turismo en correspondencia con el medioambiente en todos los niveles de su manifestación. Debemos evaluar el desempeño de cada funcionario en nuestros países con relación al fenómeno turístico, los emprendimientos y la inversión turística y la actividad turística. Debemos buscar maneras de incentivar la dedicación y el deber con la conservación del hábitat.  Los beneficios de “know how” adquiridos por los profesionales en su tránsito por las organizaciones públicas e internacionales deben beneficiar al turismo y al planeta.(JA)

 

 

 

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